Manual práctico para la prevención del blanqueo de capitales (2ª Edición)

Se desarrollan las obligaciones principales que tienen que cumplir los profesionales para la prevención del blanqueo de capitales, contenidas en la Ley de 2010 y en el nuevo Reglamento aprobado. La novedad más relevante se refiere a la simplificación de las obligaciones formales y procedimentales para los sujetos obligados (entre los que se incluyen abogados, asesores fiscales y otros profesionales) que ocupen a menos de 10 personas y cuyo volumen de operaciones anual no supere los 2 millones de euros. Las obligaciones se refieren a la identificación de clientes o al conocimiento de las operaciones que realizan, a la comunicación de las operaciones sospechosas, a la abstención de intervenir en determinadas operaciones, y a la colaboración con el Servicio Ejecutivo de Prevención del Blanqueo de Capitales. Para ello, deberán adoptar en sus empresas o actividades medidas de control interno, someterse a examen por un experto externo, formar a sus empleados, no informar a los clientes de las comunicaciones efectuadas, así como cumplir con otras obligaciones formales, como conservar los documentos por un período mínimo de diez años.

Otra novedad de especial significación se refiere a la fijación de multitud de umbrales numéricos que delimitan los supuestos de no sujeción a determinadas obligaciones u operaciones; unos resultan de aplicación para todos los sujetos obligados, mientras que otros son específicos para determinados sectores o instituciones (p.ej.: fundaciones) o para temas concretos (p.ej.: seguros, pagos de premios de loterías, cambio de moneda, o tarjetas de crédito, etc.).