Conecta con nosotros

EMPLEO Y CARRERA PROFESIONAL

Pasantes en la Abogacía ¿es real el trabajo precario?

todojuristas

Publicado

en

Cuando un estudiante comienza sus estudios de Derecho se imagina a sí mismo cuatro años más tarde defendiendo a su cliente en un juicio con un traje impoluto y ganando mucho dinero. Nada más lejos de la realidad. Desde la reforma laboral que introdujo los contratos en prácticas, cuya finalidad consiste simplemente en adquirir experiencia en un trabajo determinado, los despachos de abogados ofrecen este tipo de contratos a jóvenes letrados para conseguir mano de obra de bajo coste y los jóvenes abogados los aceptan al haberse convertido en la única posibilidad de iniciar su carrera profesional. Se trata de un abuso del Derecho muy extendido y normalizado en toda España que actualmente hace reclamar por parte de activistas de los derechos laborales una mayor inspección en los puestos de trabajo.

 

Teoría de la pasantía.

El contrato en prácticas está concebido como un tipo de contrato para facilitar a los estudiantes que acaban de terminar sus estudios de Grado o Máster su inserción en el mundo laboral. Por la celebración de este tipo de contratos, las empresas y los despachos de abogados reciben incentivos monetarios y fiscales por parte del Estado.

banner

Entre las características formales de este contrato encontramos:

  • Su duración va desde los 6 meses hasta los 2 años. Normalmente se concluyen por 6 meses y se van prorrogando hasta el máximo de 2 años.
  • Debe formalizarse por escrito y comunicarse al Servicio Público de Empleo.
  • En ningún caso el salario pactado en un contrato de prácticas a jornada completa será inferior al salario mínimo interprofesional. No obstante, si dicho contrato se concluye a tiempo parcial, el salario puede ser inferior.
  • El periodo de prueba no podrá ser superior a un mes.

Así expuesto, el contrato en prácticas para jóvenes abogados que quieren adquirir experiencia suena convincente. No obstante, la realidad dista de esta maravillosa exposición.

 

La realidad de la pasantía.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que no todos los despachos de abogados ofrecen este tipo de contratos. A pesar de los incentivos, algunos despachos más pequeños prefieren contratar a abogados con experiencia que a jóvenes que requieren atención y formación en sus etapas iniciales en el mundo de la abogacía. Son los despachos y asesorías legales más grandes los que en la actualidad optan por ofrecer este tipo de contratos para poder introducir a jóvenes abogados en la dinámica y know-how de la empresa, para poder especializarlos en las áreas en las que requieren un mayor volumen de mano de obra.

Asimismo, dentro de la legalidad vigente, los despachos de abogados y asesorías legales formalizan contratos de prácticas generalmente a tiempo parcial, con jornadas de trabajo reducidas, por las que se pagan salarios inferiores al mínimo interprofesional. El problema llega cuando los jóvenes letrados no cumplen con las horas pactadas, realizando muchas más horas de las estipuladas, que, en ningún caso, se ven retribuidas. Legalmente no están obligados a hacer estas horas, pero saben que su futuro en dicho despacho depende del esfuerzo e interés que muestren en la realización de estas prácticas bajo el lema “si no lo haces tú, otro lo hará”. Algunos jóvenes aseguran estar trabajando más de 40 horas semanales por 400-500€ al mes.

Otro problema añadido tiene que ver con las funciones a desempeñar. Si bien el contrato en prácticas está concebido para que el joven abogado o abogada continúe formándose dentro de la empresa o despacho, la realidad es que desde el primer día de trabajo se encuentran desempeñando labores legales propiamente dichas para las que no han sido formados previamente.

Por último, dado que el contrato en prácticas no debe durar más de dos años, finalizado el plazo, la realidad es que muchas empresas obligan a los jóvenes abogados a darse de alta como autónomos en lugar de incorporarlos a sus plantillas para que sigan trabajando para ellos ahorrándose el coste de la seguridad social. Se ha llegado a afirmar que en el mundo de la abogacía hay más falsos autónomos que en Glovo.

 

Denuncia.

A pesar de que cada vez más a menudo los jóvenes abogados se atreven a hablar y a denunciar su precaria situación, esto no es suficiente. Desde diversas asociaciones reclaman una mayor actuación de la Inspección Laboral para evitar toda esta serie de abusos, pues es sumamente irónico que sea, precisamente, en la profesión que trata de preservar la legalidad vigente, donde más vulneraciones se produzcan.

 

Soluciones.

Algunas asociaciones como la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid o el Grupo de la Abogacía Joven del Colegio de Barcelona están actualmente proponiendo soluciones a esta problemática que pasan por conceder un certificado de calidad a los despachos que cumplan con cinco requisitos: retribución mínima, jornada laboral no superior a 40 horas semanales, formación a cargo de la empresa, conciliación de la vida laboral y personal y proyección profesional.

Artículos relacionados

Últimas entradas

WordPress PopUp Plugin