Juezas “puñeteras” y Redes Sociales: Entrevista a Amparo Salom y Marisa Llambés

Sobre el uso de las redes sociales por parte de los jueces y juezas en España. ¿A favor o en contra?

Estamos a favor. Los jueces tenemos libertad de expresión como cualquier persona, siempre dentro de unos límites por nuestra profesión, y además tenemos el deber ético de hacerlo en pro de la transparencia y del Estado de Derecho.

Marisa añade: He cambiado mi opinión hacia las redes sociales, hace unos años pensaba que participar en redes identificándote como magistrada y con tu foto, sólo podía traerte problemas. Ahora lo veo de otra forma, hay que cumplir con los límites legales especiales que tenemos como jueces,  con toda la prudencia, mesura y neutralidad,  las opiniones de los jueces también  deben estar  presentes en redes. Sino ese espacio de comunicación será ocupado por “otros” que no tengan un contacto directo con la realidad judicial.

¿Pueden las redes sociales ayudar al público a alcanzar una mayor comprensión sobre la ley?

Amparo: Pueden, por supuesto. Ofreciendo una información objetiva, aséptica y sencilla se puede llegar a comprender prácticamente todo. El problema en muchas ocasiones es o bien el lenguaje que se emplea, o cómo se difunde esa información, es decir, si se hace de forma tendenciosa.

Marisa: Por supuesto. Yo destacaría algunas cuentas en twitter, @JudgeTheZipper  @chemadepablo… Entre otras, que realizan una labor impresionante a la hora de explicar a la opinión pública resoluciones judiciales actuales y polémicas. Siempre aconsejando algo básico y olvidado, para comentar las resoluciones judiciales es muy recomendable su lectura previa. Realizan la labor de comunicación que debería desarrollar el C.G.P.J. y los gabinetes de prensa de T.S.J.

Cada vez son más los profesionales del derecho, ya sean del ámbito privado o público, que se suben al tren de las redes sociales. ¿Por qué creéis que las redes sociales son tan atractivas para el público? ¿Hay espacio para vosotras?

Amparo: La fuerza y el potencial de las redes sociales es innegable, y en nuestro caso es especialmente interesante porque permite dar a conocer aspectos de los juzgados que se desconocen o, peor aún, se conocen de forma exacta porque los medios no dan una información desvirtuada cuando hablan de estos temas. Creo además que hay espacio para todo el mundo, cada uno tiene su estilo.

Marisa: Personalmente una red social como twitter me permite conectar con otros operadores jurídicos, nosotros los jueces realizamos un trabajo muy solitario y aislado, me permite empatizar más con el trabajo y problemas de otros profesionales en el ámbito jurídico; por ejemplo, ahora miro de otra forma las peticiones de suspensión que me pueden solicitar los profesionales, o soy más conscientes de los problemas de conciliación familiar de los abogados y procuradores.

Si quiero informarme más sobre la libertad de expresión de los jueces. ¿Dónde debo acudir? ¿Algún texto legal en concreto?

Tendríamos que remitirnos a la Ley Orgánica del Poder Judicial, donde se regulan los límites jurídicos especiales que tienen los jueces, bien porque algunas de sus conductas podrían ser constitutivas de faltas disciplinarias, ( art. 417, 418 y 419 L.O.P.J.), bien porque podrían ser causa de recusación, (art. 219 L.O.P.J.). Existen otros límites u obligaciones morales, recogidos en el Código Ético de la Carrera Judicial, pero estos son recomendaciones, buenas prácticas, pero no límites legales o jurídicos de obligado cumplimiento.

Ambas tenéis un perfil activo en redes. ¿Cuáles son vuestras redes sociales por excelencia? ¿Por qué?

Amparo: Mi favorita es Twitter porque me permite interactuar con personas relacionadas con mi trabajo con las que no tendría relación de otro modo, y difundir la información que doy semanalmente sobre temas procesales que veo en el día a día del juzgado y que puede interesar a muchos operadores jurídicos.

Marisa: Hasta hace poco tiempo la única red social que utilizaba era whatssap, también profesionalmente hoy es imprescindible, por ejemplo, durante el Estado de Alarma teníamos grupo de whatsapp de la Junta Provincial de seguimiento, grupo de decanos, y grupo de compañeros del partido judicial. Hubiera sido inviable sin esos grupos de whatssap poder organizar el cumplimiento de los turnos de guardia y organizar toda la actividad de los Juzgados.

Hace algo más de un año abrí mi cuenta de twitter, creo que es importante estar al corriente de novedades  y sigo cuentas jurídicas muy útiles. Te ponen al día sobre reformas legislativas, se comparten noticias o artículos de opinión, a los que no tendrías acceso sin este canal de comunicación.

Marisa y Amparo, ¿Qué os motivó a hablar de derecho en redes sociales?

Amparo: Sin pudor alguno digo que a mi me inspiró Escarlata Gutiérrez con la labor que ha hecho todos estos años sobre la figura del fiscal y las sentencias del supremo que colgaba los domingos. Además, después de veinte años de ejercicio se saben muchas cosas por la experiencia que no tenía otra forma más efectiva de compartir.

Marisa: En mi caso, abrí mi cuenta de twitter al entrar en la Junta de la Plataforma Cívica por la Independencia Judicial, es necesario estar en redes sociales para transmitir la importancia de la defensa del Estado de Derecho y luchar por la despolitización de la Justicia.

Ahora emprendemos Amparo y yo un nuevo proyecto de comunicación, una cuenta de Instagram dirigida a jóvenes juristas, estudiantes, opositores; con una mera finalidad divulgativa y didáctica, para dar a conocer la realidad de los Juzgados.

Para finalizar, ¿Qué le aconsejarías a tu “yo” del pasado antes de comenzar la carrera judicial?

Amparo: “Be persistent” porque vale la pena.

Marisa: A mi “yo” estudiante de derecho, le aconsejaría que se centrase en el estudio del derecho positivo, y si tienen claro el tipo de oposición que quiere preparar que empiece lo antes posible, e incluso que ya prepare durante la carrera  temas con el contenido de algunas asignaturas.

A mi “yo” juez que empieza en su primer destino, que aunque esté muy agobiada con la dificultad de conciliar vida familiar y laboral, que no deje de formarse, acudir a cursos y salir de su zona de confort. Yo  dejé de hacerlo  durante muchos años, al tener a mis hijos pequeños, pero nunca es tarde para nuevos proyectos.