“La formación teórica es muy importante. La mejor práctica es una buena teoría”. Federico Durán

Federico Durán es Of Counsel en el despacho Garrigues, Catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social y profesor y director del Máster de Asesoría Jurídica Laboral del Centro de Estudios Garrigues.

Primer presidente del Consejo Económico y Social, y miembro relevante de numerosas iniciativas legislativas y grupos de estudio tanto en el ámbito español como europeo sobre temas laborales; Durán es actualmente una de las principales voces del derecho laboral en España. Charlamos con el sobre sus inicios y carrera profesional, la formación legal en España o el futuro del sector y el impacto de la IA.

• ¿Cómo recuerda sus inicios profesionales? ¿Qué le llevó a decantarse por realizar un doctorado y, en particular por especializarse en Derecho laboral?

Mis inicios profesionales coincidieron con el comienzo de los debates acerca de la transición política y la necesidad de un nuevo orden democrático cuya pieza fundamenta habría de ser la Constitución. Ello alentó mi preocupación por el estudio y la investigación de los cambios jurídicos que iban a resultar necesarios y, dentro de ellos, por lo asociados con cuestiones sociales. La tesis doctoral era la vía para profundizar en algunos temas jurídicos y sociales de primer orden y, además, al elaborarla en la Universidad de Bolonia, permitía el conocimiento directo de la experiencia italiana de aprobación de un Estatuto de los Trabajadores “receptor” en el mundo del trabajo de los principios constitucionales.

• Catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Of Counsel de una de las principales firmas de la Abogacía de los negocios, primer presidente del Consejo Económico y Social ¿Qué considera han sido las claves del éxito en su carrera profesional? ¿Qué filosofía de trabajo, mentalidad o dinámicas cree que le han hecho llegar hasta su posición?

La filosofía es la del trabajo y el esfuerzo. La preocupación por la formación continua y la apertura a nuevas ideas y a nuevos planteamientos, tratando de evitar las inercias interpretativas. Con los ojos bien abiertos a la realidad, sin pretensión de construcción de grandes catedrales conceptuales y sin caer en los sueños dogmáticos de anteriores generaciones de juristas.

• Usted ha sido parte relevante de grupos de estudio tanto en el ámbito español como europeo sobre temas laborales. ¿Podría compartir alguna tendencia legislativa o desarrollo en derecho laboral que considere crucial para las empresas españolas?

Tanto en el ámbito europeo como en el español las empresas vienen soportando una regulación cada vez más amplia, compleja y confusa. En las que, además, se mezclan diversas cuestiones relacionadas con la vida personal y familiar de los trabajadores, con la sostenibilidad y con diversos problemas sociales, ajenos al mundo productivo. Se imponen cada vez más costes a las empresas, y muchos de ellos por motivos sociales, por lo que deberían estar socializados. En una economía abierta y competitiva, las empresas necesitan seguridad jurídica y flexibilidad operativa, y no pueden convertirse en un centro de imputación general de responsabilidades.

• Como Catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social y director del Máster de Asesoría Jurídica Laboral del Centro de Estudios Garrigues, ¿cuál es su consejo principal para los estudiantes o jóvenes que desean especializarse en este campo y destacarse en su carrera profesional? ¿Cómo prepara este programa para ello?

Creo que es fundamental conocer el mundo de la empresa y afrontar determinadas cuestiones regulatorias desde el punto de vista de sus necesidades productivas. La preocupación principal, entre los laboralistas, ha sido mucho tiempo la de la ampliación de los derechos de los trabajadores, considerando, implícitamente, que las empresas tenían una capacidad de absorción ilimitada. Pero el exceso de derechos mata el Derecho. En el Centro de Estudios tratamos de afrontar los problemas laborales desde el punto de vista de la gestión empresarial, sin ignorar los derechos de los trabajadores, pero conciliándolos con las necesidades organizativas y productivas de las empresas.

• ¿Qué aspectos o habilidades considera más importantes desarrollar para ser un buen abogado laboralista?

Lo fundamental es conciliar un sólido conocimiento de las normas jurídicas y de la jurisprudencia con una búsqueda de soluciones creativas para afrontar problemas que son tanto desde el punto de vista jurídico como desde el social muy complejos. No podemos manejarnos solo con el dato normativo, que no puede prever las complejidades propias del mundo productivo.

• Dada su experiencia tanto en el ámbito académico como en el práctico ¿Cómo cree que la formación teórica se debe complementar con la experiencia práctica para preparar a los futuros abogados de manera integral?

La formación teórica es muy importante. Como se ha dicho, la mejor práctica es una buena teoría. Pero hay que complementarla con la observación de la realidad, en la que siempre surgen cuestiones no previstas y en la que no suele haber soluciones simples. Solo la aplicación práctica del derecho permite la adecuada comprensión de sus formulaciones teóricas.

• En un mercado legal cada vez más competitivo y en constante cambio por la tecnología ¿Cree que serán los Abogados sustituidos por robots o Inteligencia Artificial? ¿Cómo cree que evolucionará la profesión en el futuro? 

Los robots y la inteligencia artificial sustituirán a las personas en el desarrollo de tareas repetitivas, susceptibles de recibir una respuesta automática. Y ello puede provocar una cierta desvalorización de algunas actividades de asesoramiento jurídico. Pero, en mi opinión, el razonamiento complejo, adaptado a las circunstancias concretas de cada caso, exige una labor creativa que las máquinas, por mucho que progrese la IA, creo que no podrán realizar.