Pablo Olábarri ha sido socio de Garrigues, donde ha desarrollado su actividad hasta 2017 como experto en derecho societario. Esta labor la ha compaginado desde hace muchos años con la enseñanza a la que, actualmente, dedica su labor principal, siendo director de programas y profesor en el Centro de Estudios Garrigues. En particular, le entrevistamos como director del Máster de Derecho Empresarial, uno de los referentes desde hace años del Centro.
Olábarri nos traslada su análisis del derecho mercantil actual, las tendencias futuras, la formación y la irrupción de la tecnología en el derecho. Una entrevista valiosa para jóvenes que se inician en la profesión, pero, también, para profesionales ejercientes.
- La Doble titulación del Máster de Acceso a la Abogacía más el Máster en Derecho Empresarial es uno de los más reconocidos de España por diversos rankings y directorios ¿A qué crees que se debe el éxito de este programa?
Fundamentalmente hay tres razones: la primera razón es el programa académico. Es un programa interdisciplinar, cuidado y que se va modernizando y actualizando cada año.
La segunda razón es el enfoque práctico, este programa es un Máster muy ligado a la práctica y a resolver problemas reales. Los alumnos que salen de la Universidad están saturados de clases y conocimientos teóricos. Este enfoque práctico está basado en dos hechos: en primer lugar, utilizamos la metodología del caso en las diferentes asignaturas y aplicamos la herramienta del análisis práctico integrado que es un elemento diferenciador de nuestro Centro; y, sobre todo, el enfoque práctico viene por el profesorado. Nuestros profesores son socios de despachos, directores de asesoría jurídica de empresas, notarios, inspectores de hacienda, son profesionales que están en la vida real, que están “en el barro”.
Y la tercera razón es que el Máster aprovecha toda la experiencia profesional de un despacho de excelente trayectoria como es el despacho Garrigues.
A esto añadiría que yo, como director, tengo una obsesión por la integración. De la universidad llegan con una buena base y estupendos conocimientos teóricos, pero aun su cabeza está un poco parcelada, de un lado está el mercantil, de otro el fiscal, de otro el laboral, el procesal, etc. Realizamos una labor de integración de conocimientos que es muy útil y sirve al alumno para ser un abogado completo.
Y, por último, un aspecto también muy distintivo de nuestro Centro es el trato personalizado al alumno. Tenemos un ambiente muy bueno, todos se conocen, no buscamos competitividad hostil, no buscamos la excelencia a base de darse codazos, sino que buscamos el trabajo en equipo.
- Las personas que realizan este Máster ¿dónde trabajan luego? ¿cuáles son las principales salidas profesionales de este programa?
Dada la formación interdisciplinar de este programa, los alumnos salen a trabajar preferentemente en los grandes despachos y, también, en medianos despachos donde se puede hacer una buena carrera profesional; y pueden trabajar en muchos departamentos distintos: en mercantil, fiscal, laboral, procesal o en derecho público.
Y también, dado nuestro enfoque al mundo de la empresa, una parte de nuestros alumnos se colocan en empresas multinacionales, sociedades cotizadas en bolsa, bancos y compañías de seguros y, últimamente, estamos teniendo mucha demanda para departamentos de asesoría jurídica de empresas de energías renovables, ya que es un sector que está creciendo mucho e interesa al alumno.
En la web del Centro se encuentran los datos completos de empleabilidad de cada promoción.
- Como abogado ejerciente y director de programas ¿Cómo consideras que ha evolucionado la formación legal en los últimos años?
La formación legal evidentemente tiende a una especialización, pero también es muy importante una formación integral como abogado y, por lo tanto, que conozcan todas aquellas ramas del derecho que les van a permitir prestar un buen asesoramiento a la empresa. Hay que buscar el equilibrio entre especialización y conocimiento generalista.
Otra cuestión que se nota es la importancia que tiene lo intangible frente a lo tangible. Por ejemplo, si tomamos como referencia la bolsa de Nueva York, la mayoría de las compañías destacadas eran antes compañías industriales, mientras que hoy en día, aparecen, en primer lugar, empresas como Amazon, Apple, Google, etc. Eso da idea de que, en el siglo XXI, lo intangible se está comiendo a lo tangible, algo que se va reflejando en nuestros programas. En concreto, en este curso, hemos establecido un módulo en el que se estudia la propiedad intelectual, propiedad industrial, protección de datos, Inteligencia artificial, blockchain, smarts contracts o contratación electrónica.
- Existe el debate sobre si realizar solo el Máster de Acceso o acompañarlo con una especialización ¿Cuál es la importancia de realizar un Máster de especialización?
En el Centro, tenemos muy claro que el Máster de acceso solo no es suficiente, es un Máster habilitante, que te permite realizar el examen de acceso a la abogacía y colegiarte. Sin embargo, si quieres formarte para desarrollar la profesión de abogado al máximo nivel, que va a durar más de 40 años, e insertarte profesionalmente en un destino adecuado, que es algo que te va a marcar toda la vida, es fundamental que ese Máster de acceso lo acompañes con un doble Máster de especialización.
Por eso, en el Centro tenemos todas las especializaciones tradicionales, pero, también, estamos empezando con especializaciones nuevas, compatibilizando el Máster de acceso por ejemplo con un Máster de la industria del lujo y de la moda, que está funcionando fenomenal. Otro Máster que está teniendo mucha aceptación en la promoción es el Máster de acceso a la abogacía más un Máster en derecho penal económico que es una materia atractiva, con un director de primer nivel que es Eduardo Torres-Dulce.
- En tu opinión ¿Qué habilidades son necesarias para ser un buen abogado de empresa y cómo prepara para ellas el Máster?
El foco de nuestro Máster es la empresa. Como director y abogado he seleccionado qué materias debe dominar el alumno para asesorar correctamente a una empresa, y de ahí salen las distintas ramas que tenemos: mercantil, fiscal, laboral, procesal, concursal, nuevas tecnologías, la empresa ante la administración pública, etc.
Además, tenemos un bloque muy potente de áreas que no son de derecho, como el área económico-financiera (contabilidad y análisis de cuentas anuales). En mi experiencia, pretender ser un buen abogado de empresa, sin dominar el ámbito económico, es imposible.
Por último, otra área que no es jurídica pero que es muy importante es el bloque de habilidades: saber hablar en público, saber preparar un atractivo PowerPoint, hacer un informe por escrito, o dominar las técnicas de argumentación jurídica o de negociación.
- ¿Cuál es su visión sobre el futuro del derecho de empresa y cómo afectarán las nuevas tecnologías en él?
Como ya hemos comentado, la formación legal va a confluir cada vez más con el aprendizaje en nuevas tecnologías, nosotros ya lo tenemos incorporado al programa, pero esto va a ir a más. La inteligencia artificial aplicada al derecho no es el futuro, es una realidad ya. Todos los grandes despachos están dedicando cantidad de recursos e inversión a todo lo que es IA y nosotros queremos que nuestros alumnos se conviertan en referentes en estas áreas.
- Qué consejo le darías a un estudiante que está interesado en derecho de empresa
Pensando en universitarios, les daría consejos muy concretos y prácticos: el primero, que cuiden su expediente académico porque los grandes despachos ponen un filtro con la nota media y hay muchas personas que luego se arrepienten al desconocerlo. En el mismo sentido, cuidar los idiomas, cuidar el inglés, los despachos están poniendo nivel C1 advance, si no llegas a ese nivel, es difícil entrar en despachos.
También les daría el consejo de que “sean universitarios”, un universitario debe estar abierto de mente, abierto a conocer gente, no es solo ir a la universidad, tomar apuntes y aprobar exámenes. Es importante participar en las actividades de la universidad, clubs de debate, asociaciones internacionales de abogados, en actividades de colegios mayores, y, en general, implicarse en actividades que enriquezcan su CV.
Es también muy recomendable realizar prácticas en despachos y empresas ya que no sólo les ayudará en su formación, sino que les permitirá conocer el mundo real de la abogacía
En último lugar, lo que les diría, cuando se acerquen a los últimos años de carrera, es que hagan una buena investigación de cuáles son las instituciones que les ayuden en una formación de posgrado de calidad que les asegure una alta empleabilidad.