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HABILIDADES & MANAGEMENT

¿Cómo diferenciarte en un mercado legal competitivo?

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Marta Renedo Brú de Aragón. Global Wealth Management en UBS Ginebra y estudiante de doble grado en derecho y ADE (E3) en Universidad Pontificia Comillas.

Vivimos en un sector legal cada vez más competitivo y feroz. El mercado se vuelve cada vez más exigente y los clientes demandan mayor rigor y elaboración a la hora de recibir nuestras respuestas jurídicas.  Así mismo, los asuntos se vuelven cada vez más complejos debido a nuevas regulaciones y la inteligencia artificial amenaza la manera en la que conocemos la profesión. No podemos ni debemos de conformarnos con simples conocimientos técnicos. A la hora de salir al mercado laboral, tanto como estudiante en prácticas, abogados o firma legal, debemos de ir un paso más allá.  Ben Schneider, graduado del Programa de Gerencia para Presidentes de Empresas en el Harvard Business School, afirmaba recientemente lo siguiente: “En un mundo donde la globalización alcanza todos los ámbitos y los avances tecnológicos no son más privilegio de ciertos países, diferenciarse es difícil.”

 

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Pero, ¿qué es exactamente la diferenciación y cómo se traduce en el terreno legal? La diferenciación es aquella estrategia que trata de realzar aquellas características de un producto que lo distingue del resto de su categoría en el mercado. Desde mi punto de vista, hay tres opciones claras para distinguirnos de la competencia en nuestro sector. Hablamos de la especialización, de soft skills y del networking.

 

  • Especialización.

La especialización es un concepto que está ganando cada vez más peso y popularidad. Muchos centros formativos ofertan ya programas de estudios superiores que integran uno o varios cursos de especialización en su plan de estudios. La formación y estudio en profundidad de una rama es por tanto, no sólo base de la práctica legal sino puente de conexión que suele conducir a un mayor reconocimiento e incentivo salarial en el panorama laboral.

Afirmaba el pasado Marzo, Enrique Muñoz, abogado senior del departamento de Derecho Penal Económico y Compliance de ONTIER, en una entrevista con el periodico Expansión que “(…) ante la falta de especialización , no están siendo capaces de comprender las mecánicas comisivas actuales, con la inevitable afectación que ello tiene en el derecho a la tutela judicial efectiva. Todo ello, sin olvidarnos, claro está, de la creciente internacionalización de la criminalidad, que requiere un conocimiento y dominio de una normativa supranacional y de conocimientos de derecho internacional de los que no siempre se goza”

Como apreciamos, el abogado o jurista especializado se busca.  Sin embargo, esto puede llegar a ser un arma de doble filo. La especialización a edades muy jóvenes puede no ser del todo recomendable. Pensemos sino en un recién graduado que no ha tenido contacto nunca con el mundo tributario, por ejemplo. De poco sirve realizar una especialización en dicha rama si antes no se ha indagado e investigado como es la práctica jurídica de la misma. Es por ello que especialización e investigación deben ir de la mano siempre. Pregunta, analiza y consulta con mentores o profesionales más experimentados para que te orienten.

A la hora de crear un despacho sucede prácticamente lo mismo. ¿Ser un despacho especializado o cubrir varias ramas? Depende de tu cliente potencial, la capacidad formativa tuya y del resto de integrantes y vuestra visión a futuro. Si quieres apostar por la especialización, ¡manos a la obra!

 

  • Soft skills.

Saber comunicar. Parece fácil, ¿cierto? No lo es.  Muchos profesionales salen al mundo laboral más que preparados a nivel técnico pero olvidando ciertas herramientas que desde luego, son útiles en la práctica diaria de la abogacía. Desde saber entablar conversación con la parte contraria hasta liderar equipos en caso de ser socio director en un  despacho de abogados. Felipe Herrera, en la página de Abogacia Española comenta lo siguiente: En la actualidad, el sector legal se ha dado cuenta de que las hard skills son necesarias pero que las soft skills son imprescindibles para poder tener profesionales polivalentes que puedan ser productivos en todos los sentidos.

Es decir, los conocimientos y dominio del derecho cuenta, y mucho. Sin embargo, es necesario trabajar e integrar ciertas capacidades en nuestro trabajo diario, liderazgo, organización del tiempo, habilidades comunicativas, gestión de crisis, entre muchas otras.  Profesionales formados en todas las vertientes es lo que hace una firma líder en el mercado y diferenciada de competidores.

Para adquirir estas habilidades basta con practicar y experimentar. Ayuda  mucho exponerse a situaciones que nos sean desconocidas o incómodas: nuestro primer juicio, primera conversación con un cliente e incluso, proponer al equipo ofrecer una breve presentación sobre un tema jurídico de relevancia.

 

  • Networking.

Por último, networking. Por favor, no caigamos en la siguiente falacia: “El networking no es para todo el mundo, depende de tu personalidad”  El networking es para todo jurista que desee practicarlo. Hay numerosas y  distintas maneras de entablar relaciones con los profesionales que nos rodean.

¿Por qué esto es diferenciador? El arte del networking. La capacidad que tienen algunas personas de no paniquear ante un número incalculable de individuos desconocidos, supone una ventaja competitiva desmesurada. No solo demuestra un dominio del espacio y de la situación. También muestra cercanía y confianza en uno mismo. Cualidades a resaltar en un profesional jurista.

¿Y si nunca he hecho networking? ¿Por dónde empezar? Linkedin, una plataforma al alcance de todos. Quizás recuerdes a algún profesor de la facultad, un antiguo compañero del trabajo o  algún jurista que practique tu rama de derecho favorita. Simplemente comienza por entablar una amable conversación para romper el hielo y  agendar una llamada o reunión para presentaros. Puede sonar demasiado invasivo pero os aseguro que marcará la diferencia. No tengas miedo a acercarte a otros juristas en eventos o charlas. Tras varios meses de práctica, podrás comenzar incluso a tener mentores y con el tiempo, a crear una red de contactos sólida.

Importante, no tengas miedo a “hacer el ridiculo”. Mostrar tu valía o la de tu firma es el primer paso para asegurar una diferenciación estratégica y duradera en el mercado.

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