Conecta con nosotros

MONTAR UN DESPACHO DE ABOGADOS

¿Cómo consigo Clientes si soy Abogado? 5 claves que debes conocer

todojuristas

Publicado

en

foto Victor

Víctor Vera es Abogado especializado en Derecho Nacional e Internacional Privado, centrando su trabajo en Derecho de Extranjería y Derechos del Paciente Hospitalario.

Mientras hacía la pasantía, o las prácticas del máster, que al final vienen a ser lo mismo, recuerdo que mi Mentor me decía muchas veces aquello de “tienes que evitar quedarte mirando las moscas volar” y yo no lo entendía. Recuerdo que en el despacho cada día había un caso diferente, un juicio al que asistir o un cliente al que atender, y yo estaba acostumbrado a ese ritmo de trabajo. Qué tiempos aquellos…

 

1.- De la ilusión a la realidad

banner

No te voy a mentir, el día que dejé el despacho y me puse por mi cuenta, empecé a quedarme mirando a la nada, viendo cómo volaban las moscas. No podemos esperar a que los casos nos lluevan, tenemos que darnos a conocer. Pero por suerte, duré poco sin hacer nada. Y en parte duré poco porque seguí los consejos del Abogado y Profesor de Derecho Rafael Prieto. Recuerdo que en relación a qué hacer una vez colegiado, la respuesta era clara: “Clientes. Clientes. Clientes. Clientes”. Podría seguir así un buen rato, pero creo que la idea queda clara.

 

2.- Ve poco a poco

Te voy a contar lo que yo hice. Invertí un poco en hacer unas tarjetas más o menos decentes. Yo mismo hice el diseño con ayuda de Internet y se las envié a una imprenta cercana a donde vivo. Puesto que no sabia qué alcance iba a tener, hice una pequeña tirada, 250 tarjetas. No era cuestión tener toda la casa llena de tarjetas.

Y te preguntarás, si no tienes clientes, de qué te sirven las tarjetas. Pues bien, las tarjetas son para repartirlas. Si alguna vez te preguntaste cómo era el trabajo de los comerciales a puerta fría, esta es tu oportunidad perfecta para probarlo. Coges unas 50-100 tarjetas y, poco a poco, vas haciendo círculos alrededor de tu casa, aumentando la distancia y repartiendo las tarjetas. ¿Dónde? Por todos sitios. Desde la frutería de la esquina hasta el bar de tres calles más arriba. El objetivo es darte a conocer.

Por curioso que pueda parecer, ese primer trato directo con las personas va a marcar un antes y un después, ya que quizás esa persona a la que le das la tarjeta no tenga un problema, pero conocerá a alguien que sí lo tenga, y esa tarjeta viajará a donde te necesiten.

 

3.- A más calle, más clientes

A los dos o tres días de haber repartido aquellas primeras tarjetas, recibí mi primera llamada. Tuve la suerte del principiante, como se suele decir. Y es que nunca sabes lo que va a pasar si no lo haces. Y en este caso tuve un caso civil, un reparto judicial de herencia, que para ser mi primer caso, no estuvo nada mal. Al poco recibí otra llamada, y otra, y otra.

En muchos casos eran meras consultas telefónicas, de las cuales te digo que te vas a inflar; clientes que esperan que en la misma llamada le resuelvas todos los problemas que tienen o que, al menos, les des la solución para que lo hagan ellos. Algunos te colgarán dándote las gracias. Otros se quejarán porque no le has resuelto el problema. Hay tantas respuestas como clientes.

Pero esto me hizo pensar una cosa. Si en un mes que llevo colegiado, me ha entrado mi primer caso y he resuelto algunas cosas por teléfono, y solo he ido tres calles más allá de mi casa, cuántas cosas puedo hacer yendo por toda la ciudad. Así que cogí y, con el primer pago que me hicieron por el caso, hice más tarjetas, busqué un mapa de la ciudad, y planifiqué mi ruta para repartir tarjetas por todas partes.

También te diré, muchas de las tarjetas que he repartido se han quedado en el camino. Otras muchas en cajones o en los mismos buzones, esperando tal vez, a que en alguna ocasión sean utilizadas. Pero no puedes pensar en que no te llamarán, sino en que lo harán. El dinero que mejor se invierte es aquél que permite que te des a conocer.

 

4.- El boca a boca, tu nuevo mejor amigo

No solo de tarjetas vive el Abogado, sino que tiene que darse a conocer de otras formas. Y el boca a boca sigue siendo el mejor método para darse a conocer. Amigos, familiares, los vecinos del bloque… Todos ellos te ayudarán haciendo correr la voz de que ya eres abogado y que ofreces tus servicios a todo aquel que lo necesite. Pero no te quedes solo ahí. Hazte cuentas en las principales redes sociales, cambia esa foto de WhatsApp o Telegram con amigos por una tuya algo más serio/a. Profesionaliza tus redes, sin olvidar nunca quién eres. Pero claro, no vamos a mezclar las fotos de la fiesta de carnavales con tus fotos de la orla en una página donde ofreces tus servicios como Abogado/a.

Empieza a publicar contenido. Recuerda que eres profesional. Investiga primero, llega a tus propias conclusiones contrastadas y publica. El trabajo de investigación que has hecho con el TFG y el TFM te han llevado hasta aquí. No te pido que hagas un artículo de 80 páginas, pero sí que la gente vaya viendo en tus redes que te interesas por temas de actualidad y que puedes ofrecer respuestas. Internet es otro buen aliado cuando empiezas por tu cuenta.

 

5.- Hay que persistir, pero no insistir

Si bien es posible que no consigas clientes al principio, lo importante es no perder la esperanza y persisitir. Como decía al principio, los clientes no caen de los árboles, tienes que salir tú a buscarlos. Tienes que darte a conocer. Pero no puedes hacerlo de una vez. Si en un día lo haces todo, y ves que no tienes respuesta, esa frustración irá a más, incluso hasta hacerte plantear abandonar sin tan siquiera haber empezado.

Aunque pueda parecer extraño decirlo en una web dedicada al sector jurídico, tu salud física y mental es muy importante, y más en esta profesión. Por suerte o por desgracia, clientes va a haber siempre. Pero no puedes agobiarte si las cosas no salen tan bien como esperas al principio. Ve a tu ritmo. No te desesperes ni hagas más de lo que puedas.

Artículos relacionados

Últimas entradas

WordPress PopUp Plugin