Carta de presentación para Despacho de Abogados

Qué son las cartas de presentación

Las cartas de presentación/motivación son un factor que ayuda a aumentar tu porcentaje de empleabilidad. Consiste en redactar un documento que va necesariamente ligado al CV y lo complementa en aquellas cosas a las que el CV no hace referencia, que pueden ser muy importantes de cara a diferenciarnos de la competencia.

Jamás debe superar la extensión de una página, aunque aconsejo no apurar y ocupar tres cuartas partes del folio para denotar pulcritud. Por supuesto, cabe decir que, en el sector legal, donde un abogado vive de lo que escribe, una carta de presentación debe tener una imagen clara, limpia, sin errores ortográficos ni gramaticales.

Aunque existen pequeñas diferencias entre la carta de motivación y de presentación, como puede ser es el estilo de redacción del documento y, si me apuráis, el objetivo con el que lo escribís, vamos a tratar combinar lo mejor de ambas para sacar un esqueleto en claro sobre el que trabajar.

Necesariamente personalizadas

Tenemos que diferenciarnos del resto, sobre todo cuando estamos empezando. El objetivo de la carta es despertar el interés de RRHH. Esto implica que NO se debería hacer copia y pega sin adaptar la carta y enviar la misma indistintamente a todos los despachos; DEBEN estar personalizadas para que vean que tienes un interés sincero.

Haced un esfuerzo de personalización si vais a optar a una posición concreta, en vista a una entrevista en un proceso determinado. Es importante que buceéis en internet, que veáis exactamente a dónde os dirigís, con quién os vais a entrevistar para, de alguna manera, plasmar en esa carta de presentación aspectos que denoten vuestro interés por la posición, por la firma o compañía por la que vais a optar. Que no parezca una carta estándar, sino que os habéis tomado la molestia de indagar un poco.

Psicología del empleador

Una vez tenemos lo esencial, vamos a introducirnos en la psicología tras la carta de presentación, como instrumento para aumentar las probabilidades de que nos llamen para concertar una entrevista personal.

El único modo que tenemos para influir en los demás es hablar sobre lo que ellos quieren y demostrarles cómo conseguirlo. Debemos despertar un franco deseo en el receptor de la carta. ¿Cómo puedo lograr que quiera contar conmigo?

La respuesta a la pregunta reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del Headhunter y ver las cosas desde ese punto de vista como si nos fuera propio para comprender el funcionamiento de la mente ajena. No se trata de comunicarle lo que nosotros queremos; hay que escribirle exclusivamente sobre cómo podemos serle de utilidad. Concéntrate en los deseos de los despachos, no en los tuyos.

Si un vendedor puede demostrarnos que sus servicios o productos nos ayudarán a resolver nuestros problemas, no tendrá que esforzarse por vendernos nada. Ya lo compraremos nosotros. Y un consumidor desea creer que él es quien compra, no que hay quien le vende. Aquí es igual, la idea debe nacer en el reclutador, no verse forzado por nosotros.

Tenéis que cambiar la mentalidad y pensar en cómo contribuir al crecimiento de las empresas, no a vivir de ellas: Quered ayudarlas sinceramente. El mundo está lleno de personas egoístas y aprovechadas, de manera que los pocos individuos que sin egoísmo tratan de servir a los demás tienen enormes ventajas.

Estructura de una carta de presentación para abogados

Esta es mi estructura personal, vosotros podéis modificarla puesto que no hay reglas escritas sobre esto. No olvidéis de decorar la carta con florituras en el encabezado para que quede presentable (datos de contacto, fecha, ciudad, nombre del Headhunter, de la empresa a la que va destinada…).

1º. Breve resumen de qué tienes. Preséntate y resume en dos frases tu currículum. Pon tu nombre y luego en lo que te especializas.

2º. Por qué tú. No utilices las palabras que utiliza todo el mundo para decir que eres el mejor. Ni siquiera lo digas; cuenta porqué lo eres. Pon ejemplos. Demuestra en este párrafo que eres lo que buscan, los motivos que te hacen apto para esa posición, haciendo una especie de resumen o destacando aquellas partes de tu experiencia que puedan ser útiles para la posición, qué puedes ofrecer (fortalezas, mis activos, porqué crees que cumples los requisitos, porqué eres un buen elemento para esa compañía…). Para los más ingeniosos aconsejo utilizar el storytelling.

3º. Cuáles son tus intereses. Qué es lo que te gustaría hacer. Escribe con ejemplos tuyos lo que puede demandar la empresa, incluso trata de destacar en qué te quieres especializar que demande el despacho en cuestión. La abogacía es una carrera de fondo.

4º Frase de relleno. La podéis omitir, pero en mi caso utilizo la siguiente: “Me dirijo a usted con el fin de remitirle mi Curriculum Vitae para ser considerado ante posibles futuros procesos de selección que puedan ajustarse a mi perfil”.

5º Háblales de ellos, que se note que les has investigado. ¿Por qué quieres trabajar allí? ¿Por qué escribes la carta de presentación? Aquí te toca leer la prensa, su página web, sus redes sociales, sus hazañas y todo lo que te pueda servir para congeniar con el despacho. Bajo mi punto de vista no es muy atractivo empezar hablando de la otra parte porque eso implicaría un peloteo de inicio y además acabaríais la carta hablando de vosotros, cosa que ya he dicho que no interesa por dejar con un mal sabor de boca, aunque podéis modificar el orden si os conviene.

6º Llamada a la acción. Nuestro objetivo último es conseguir un encuentro porque ahí es dónde vamos a poder hacer brillar lo que somos. Destacar que te pones a su disposición en cualquier momento para concertar una entrevista.

7º Despedida. Al gusto de cada uno, pero firmad con vuestro nombre.

En definitiva, lo importante es que sea corta, concisa, personalizada, al grano, destacando tus fortalezas y sugiriendo un encuentro. ¡Mucha suerte con los procesos de selección!